Ya no sé si corre poesía por mis venas,
siquiera versos sueltos,
sin rima,
anónimos.
***
Quiero volver a hablarte,
a oírte,
a imaginar tocarte,
porque sé que nunca te toqué,
que sólo te escribí,
te hice eterno,
y no sé si me duele más
el haberlo hecho
o el no arrepentirme de ello.
***
Quise salir a buscarte,
el otro día,
mientras el viento aullaba y me buscaba,
quise buscarte,
y no estabas,
como dijiste que estarías.
***
Te quise,
y no sé por qué,
pero todavía te quiero,
de una forma extraña,
casi dolorosa,
porque sé que aunque yo te quiera,
y tú, a veces, me recuerdes
(eso me gusta pensar en mis noches tristes)
ni tú vas a volver
ni yo podré volver a llamarte.
***
Estoy agotada de callarme versos,
de imaginar que por fin alguien ve que estoy hecha
de tinta y papel en blanco,
papel mojado,
corazón roto,
hecho trizas.
Y escribir versos sobre mí,
sólo me hace recordar
que soy una egocéntrica más
en este triste y solitario planeta
llamado Tierra.
***
Me sentía más acompañada
en las ajetreadas y anónimas calles de Madrid
que rodeada de gentes a quienes conozco de años,
a quienes no les importo,
pero que jamás se leerían unos versos escritos a mano,
con las lágrimas de mis ojos derramando,
y la tinta todavía húmeda,
de la sangre que la Tristeza rezuma.
0 comentarios:
Publicar un comentario