miércoles, 25 de septiembre de 2013

Ven, ¿Me salvarás?

Necesito que alguien venga, con la paciencia de quien todavía no te quiere pero está dispuesto a hacer, con las manos dispuestas a sujetarme mientras me hace levantarme de la silla. Que me lleve a la ducha y me limpie y me seque como si el hecho de que el sudor desaparezca implicase que desaparezca también el dolor.

No sé si será muy complicado que ese alguien también responda con un 'todo irá bien' a mis 'estoy volviendo a caer'. Que me abrace mientras seque cuidadosamente todos los rincones de mi alma inundada de un océano de amoniaco.

Paciente, pero con la seguridad de estar haciendo lo correcto, que me lleve a la cama y se tumbe a mi lado, abrazándome, protegiéndome mientras yo esconda los ojos entre sus costillas, a la altura de su corazón, como si eso fuese a salvarme.

Con estas escasas letras sólo lanzo un 'sálvame, por favor' a quien no va a venir, o, ¿Acaso tú vendrías a por mi?

1 comentario:

  1. Esas cosas las he hecho yo por otros, y muy pocas veces las he vuelto a ver reflejadas en mi situación, pero sabes qué? tarde o temprano se reflejan, y esas personas te lo devuelven.
    Quid pro quo
    Nadie te salvará si no te has dado a conocer como alguien a quien salvar, alguien a quien merezca la pena salvar. Por el momento no serás más que una desconocida en un mar de intenciones perdidas

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