jueves, 5 de septiembre de 2013

¿Podrías enamorarte unos instantes de mi?

Es que enamorarse es una palabra muy grande, porque contiene el Amor, que posiblemente sea una fuerza más que suficiente para mover el mundo, por eso... Enamórate de mi primero sólo unos segundos; una porción muy pequeña de Amor. Después, si te gusta cómo sabe, podríamos ir a más, no sé, ¿Te parece bien?

Enamórate de mi al verme pasar, esos segundos, o al verme sentada en el fondo de una cafetería abarrotada tomando un café. Podría ser también en esos cortos instantes en que yo me baje del metro (cómo no, en Madrid, dentro de unos años) y tú te subas, o los que transcurren mientras yo, distraída en el asiento de copiloto de algún coche, veo pasar bajo las ruedas de éste el paso de cebra donde tú estás esperando a pasar.

Puede haber tantos instantes para que nos enamoremos durante unos segundos.

Pero te puedo asegurar de que de ti me enamoraría más que instantes. Me enamoraría horas, días, semanas, meses. Me atrevo a decir (tanto el Amor, como la juventud, como la ignorancia son atrevidos, a mi ver) que hasta años...

Por lo tanto, podrías enamorarte de mi al ver mi cara de recién despertada, o saliendo por la puerta del baño después de ducharme, con el pelo mojado y la toalla cubriendo mi cuerpo. Aunque claro, eso son más que unos segundos, porque después de eso viene enamorarse mientras desayunamos, y nos despedimos.

O mientras no nos despedimos. Porque las No-Despedidas contigo tienen que ser preciosas.

Y podrías... Tal vez, enamorarte de mi mientras paseamos por Madrid. Eso sería increíble ya, ¿No crees? Mientras te llevo por el Retiro, mientras recorremos callejuelas, mientras hago alguna tontería infantil mientras me río. Madrid es grande, pero enamorarse de mi en Madrid se traduce como enamorarse de una escritora en la ciudad a la que pertenece su corazón.

¿Podrías enamorarte unos instantes de mi, por favor?

2 comentarios:

  1. Me recuerdas a becker, sabes, no por lo que dices si no por el cómo.
    Se supone que nuestro querido poeta del romanticismo tenía una forma de poesía de lo más casual, como si lo escribiera en apenas unos minutos y ya está.
    Aunque claro, todo el mundo que haya aprendido algo de él, sabe que se pasaba días enteros haciendo una pequeña poesía, para que quedase casual, inquieta, como si no estuviera ahí.
    Por eso me recuerdas a becker, no tienes una prosa rebuscada, aunque se nota que tiene calidad, se puede leer tranquilamente, de forma fresca
    Hahahahaha, ahora me recuerdas a Nada, de carmen laforet
    En fin, iré viendo qué más hay por ahí

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    Respuestas
    1. La verdad es que me sorprende gratamente haber sido comparada con Bécquer, te lo agradezco muhísimo; me has dejado sin palabras.
      Leeré algo de Carmen Laforet, puesto que lo has dicho.
      ¡Gracias por leer!

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