miércoles, 4 de septiembre de 2013

Mi segundo nombre es Tristeza.

Suena 'Words I've never said' de fondo y siento la melancolía. Ni siquiera me hiere, simplemente me roza, como una sombra, un pequeño fantasma rondándome, preguntándome si puede quedarse conmigo esta noche. Y no puedo negarme, ¿Cómo voy a dejar a ese diminuto espectro fuera, con el frío que tiene que hacer en la Soledad del mundo exterior?

Quizás era verdad eso de que hacía demasiado frío para que los ángeles volasen allí fuera y por eso se refugiaron, dejando las calles desiertas y heladas, los adoquines vacíos y hasta los quioscos de golosinas descoloridos. Arrasó la Soledad con todo el color para dejar el paisaje como una fotografía desaturada. 

Pero ni siquiera mis ojos tienen fuerza suficiente para derramar unas sencillas lágrimas. Simplemente, Tristeza se hace un hueco entre mis costillas y yo me adapto a ella, mientras un piano triste canta de fondo, mientras fuera el cielo se oscurece cada vez más y mis ojos se van cerrando.

Noches como esta, mi segundo nombre es Tristeza.

6 comentarios:

  1. Ains, hace cuantísimo tiempo que no te leía.
    Sigues igual de genial

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    1. Me alegra saber que has vuelto para leerme una vez más.
      Mil gracias.

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  2. En las noches más frías, incluso la tristeza quiere esconderse en algún lado, ¿no?
    ---
    'Arrasó la Soledad con todo el color para dejar el paisaje como una fotografía desaturada.'

    Esa oración... Tiene mucha fuerza. En serio. Es muy bella.

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    1. Muchísimas gracias por seguir leyéndome y me alegra que hayas visto la fuerza en una frase desesperada.

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  3. Me encanta como escribes, es fanatástico.

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  4. Me encanta como escribes, es fanatástico.

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