Ella,
con los márgenes escritos
de un viejo libro
de olvidos,
y recuerdos.
Él,
la portada brillante,
de una librería importante,
de suspiros,
y susurrantes mitos.
Ellos eran,
o no supieron ser,
ella quiso rimarle
y él la quiso también...
Mas dicen que dos escritores,
al quererse dejan a la vez
de escribir hermosas Tristezas
para esculpirse sobre su piel
la amarga mentira que deja
el bonito sabor de su miel.
Ahora se miran,
en silencio,
desde la librería vieja
y el escaparate brillante,
ella, abandonada Poesía,
y él, aclamado libro importante.
Me encanta. Es demasiado perfecta.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, pequeña Caos.
EliminarEs tantísimo lo que me has hecho sentir... Eres poesía, así te lo digo.
ResponderEliminar(Gracias por hacerme sentir poesía)
EliminarY te agradezco que me hayas leído, de verdad…
Precioso, María, simplemente. Es increíble la cantidad de cosas que se pueden hacer sentir y que se pueden expresar en una poesía.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por leerlo, Carmen. Me alegra que te haya gustado...
EliminarCreo que le he puesto gran parte de mi a este poema.
Hermoso. Como siempre, encuentras palabras que te atrapan al instante. Como si de verdad alguien te susurrase versos al oído.
ResponderEliminarAhora casi no puedo pasarme por tu blog :( Pero intentaré leerte de vez en cuando. ;)
Quizá haya algún genio creador que me los susurre al oído ;).
EliminarMuchísimas gracias por leer y comentar, como siempre, ¡Y me alegro de tener noticias tuyas!
Léeme cuando puedas y cuídate mucho.
Un beso.
Hace tres meses desde la creación de esta entrada, y sigue siendo uno de mis poemas preferidos.
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